dijous, 8 d’agost del 2013

CHALLENGE VITORIA 2013

Queridos compañer@s, me gustaría compartir con tod@s la experiencia vivida en esta triatlón distancia ironman. La verdad que no sé por donde empezar, porque para preparar un evento de éstos son muchos meses de sacrificio (sueño, frío, hambre, etc.) y entrenamiento diario. El domingo 28 de julio fue el gran día; esa mañana que no me dio tiempo a escuchar el despertador, ya que a las 4 y media estaba despierto, me recorría por el cuerpo un nerviosismo generalizado. Empecé la mañana con un desayuno bien cargado de carbohidratos y, después de comprobar que llevaba todo lo necesario para la competición, bajé al portal de mi casa donde me esperaba mi tocayo Dani para llevarme en coche hasta el evento, al cual le tengo que agradecer el madrugón y la fuerza que me dio ese día. Llegamos al pantano de Landa, donde estaba la T1, a las 6 y media de la mañana, según lo previsto, entonces me vino a la cabeza la imagen del día anterior en la que estabais un “grupete de compañer@s” del club, y me dio mi primer subidón de alegría. En la T1 las caras de los triatletas lo decían todo: tensión, dudas y sobre todo sueño. Después de comprobar que la bici y todo lo demás estaba en su sitio, empecé a ponerme el neopreno, ya que habían dado el primer aviso por megafonía a falta de media hora para la prueba. Ya en la orilla, después de haber visto salir a los grupos de chicos y chicas de élite, llegó el momento de la verdad, esos 5 minutos de espera se me hicieron interminables, el silencio nos invadía a todos y necesitábamos que dieran la salida ya.
EN EL AGUA
 
Después del bocinazo menos mal que se fue todo el estrés acumulado. Al comenzar a nadar, decidí meterme por la parte izquierda ya que, en días anteriores, entrenando, me dí cuenta que había una zona de algas que me podía frenar, y de paso evité así que “la peña” me pasase por encima. Después de un rato nadando, conseguí coger ritmo y sentirme cómodo en el agua; como constantemente pasaban grupos, me acoplé a un grupo y decidí dejarme llevar. Transcurrido ya un tiempo desde la salida, visualicé la primera bolla y todavía estaba muy lejos, por lo que empecé a recular pensando que quedaba mucho del sector por delante. Llegando ya a la última bolla, empecé a escuchar una música de fondo y pensé que este mini reto lo estaba superando. Entrando a la T1 por la alfombra roja, me alegró mucho ver caras conocidas, entre las que estaban mis amigos y mi hermano. La transición me la tomé con bastante tranquilidad y confianza ya que a los de élite no les iba a coger, jajaja.
 
EN LA BICI
 
Transcurrida casi hora y media de la prueba, empezó el sector más duro a mi modo de ver, en esos momentos se me pasaba por la cabeza que tenía que ser prudente y guardar fuerzas para el siguiente sector, ya que si no lo pagaría caro, también me acordé de los consejos que me dio algún componente del club (gracias a los aludidos). Empecé la primera vuelta con buenas sensaciones y comiendo e hidratándome prácticamente cada media hora. Acabando dicha vuelta, me pegó mi primer subidón de endorfinas, estaba ahí mi primo David empujándome con toda su energía y fueron unos segundos emocionantes. Cumplida mi primera vuelta, me marqué mi segundo mini reto: ir a por la segunda. En la segunda vuelta, empecé a percibir el fuerte viento que nos frenaba casi por completo. Gracias a una cadencia rápida y a ir acoplado, pude con ello. Llegando al ecuador del sector ciclista, tuve mi segundo subidón y el más emotivo porque, sin esperármelo, vi a todos los que se desplazaron desde valencia pertenecientes al club, ¡muchas gracias chic@s, no olvidaré ese momento!. Casi superada esta vuelta psicológica, vi en el mismo sitio a mi primo David y a Olga animando fuertemente, y lo valoré muchísimo después de todas las horas que llevaban allí. Empecé con la tercera y última vuelta, y sabía que se me iban a hacer duros esos últimos 60 Km. Después de ingerir 6 plátanos, 4 barritas energéticas, y 12 bidones de agua e isotónicos, tenía esperanzas de poder acabar la última vuelta sin ningún tipo de inconveniente. Ya llegando a la ciudad de Vitoria, y después de casi 7 horas, la emoción invadía mi cuerpo: estaba a punto de comenzar realmente el ironman.
 
EN CARRERA A PIE
 
A punto de dejar la bici, y entrando en la T2, comprobé que tenía todavía fuerza en las piernas ya que entré en la zona de transición con un trote “alegre”. Fué una transición bastante rápida en la que sólo me tuve que poner las playeras y el visor. Saliendo de la T2, otro momentazo emotivo: Familia y amigos estaban ahí, ¡gracias por ese momento! Sin todavía creerme dónde estaba, tuve la cabeza fría e intenté bajar el ritmo para poder afrontar 4 vueltas psicológicas. En esas 4 vueltas, se me pasaron por la cabeza todo tipo de sensaciones: euforia, rabia, ganas de retirarme..., pero sabía que ése era mi día y un regalo a tanto sacrificio. En esas 2 últimas vueltas, mi mayor agradecimiento fué para mi amigo Ibai y, sobre todo, para mi primo David, los cuales corrieron a mi lado en los momentos más difíciles. Nunca olvidaré ese último kilómetro de entrada a la plaza de la virgen Blanca donde se encontraba toda la gente querida (familia, amigos y componentes del club), que me empujó hasta la meta con un tiempo final de 12h 49min. Muchas gracias a tod@s y os dedico esta hazaña. Espero que nos veamos en próximas ediciones y aquí me tenéis para lo que queráis.
 
Crónica realizada por Daniel Hornero, con ayuda de su chica Amaya.

XI TRIATLÓ DE CULLERA

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Fotos del Picassa de Pau (Trim). Més fotos a www.conchip.es

XII TRIATLÓ DE CULLERA

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CAMPIONAT AUTONÒMIC

XIII TRIATLÓ DE CULLERA

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TRIATLÓ PER EQUIPS - Lliga de Clubs de la C.Valenciana